Proyectos finalistas de la XVI BEAU: descubre la Casa Cortijo Jamonero de Cáceres - COADE

Proyectos finalistas de la XVI BEAU: descubre la Casa Cortijo Jamonero de Cáceres

Proyectos finalistas de la XVI BEAU: descubre la Casa Cortijo Jamonero de Cáceres

Creado el martes, 6 junio 2023

La XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo ha hecho públicos, el pasado viernes 02 de junio, los proyectos finalistas en la categoría Obras‘ e Investigación y difusión.

Extremadura cuenta en esta edición con una de las 50 obras seleccionadas como finalistas.



Hace unos días, los organizadores anunciaron los 50 proyectos Finalistas de la convocatoria “Obras” de la #XVIBEAU, entre las más de 500 propuestas recibidas, elegidas por un jurado experto por sus valores innovadores, culturales, espaciales, técnicos, funcionales, económicos, de calidad, sociales, de sostenibilidad y eficiencia ambiental.

Igualmente, se anunciaron los 25 proyectos Finalistas de la convocatoria “Investigación y Difusión” de la #XVIBEAU, entre las más de 150 propuestas candidatas, con las que el jurado pretende subrayar aquellos trabajos que promuevan la divulgación de la arquitectura, contribuyendo a una profunda reflexión sobre la profesión, su conexión con otros ámbitos del pensamiento, la exploración de nuevos horizontes o a la experimentación con ideas y acciones que sean semilla de cambios sociales a Me—dio Pla—zo.


Hasta septiembre no se conocerán las propuestas ganadoras, que se darán a conocer en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla en un acto coincidente con la inauguración de la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo.




En nuestra región, la Casa Cortijo Jamonero de Jorge Vidal y Marcos Catalán en Garciaz (Cáceres) logra ser destacada como finalista en la categoría Escalas Precisas.

La Casa Cortijo Garciaz es el resultado de una intervención en una antigua masía existente, vinculada durante decenas de años a la explotación ganadera. La vivienda planteada potencia y recupera la tipología local de cortijo, desgranando el programa en diversos cuerpos de geometría cambiante, favoreciendo la integración en el paisaje, como si de un pueblo rural se tratara.

Amalgamándose con las paredes existentes, la vivienda plantea un acceso a través del patio orientado a Sur, culminando una secuencia de espacios exteriores entre encinas y roquedales.

La construcción de todo el proyecto se ha ejecutado con un alto grado de artesanía: se seleccionó la piedra -pizarra y granitos- de una cantera cercana; se talaron y secaron los troncos de castaños que posteriormente servirían para las vigas, muebles y carpinterías; el hormigón de dinteles, arcos perimetrales, chimeneas y los fregaderos contiene áridos y arenas de la zona; y también se manipuló el cobre para fabricar in situ todos los grifos.

Con el objetivo de acercar la casa más al paisaje, de abrirla al exterior, se plantean una serie de aberturas a través de unos grandes marcos de madera, que no sólo enmarcan el paisaje sino que iluminan y ventilan los amplios salones. Estas cajas no dejan de ser ventanas habitadas: artefactos que contienen sofás, estantes, bancadas y que aportan la domesticidad que el interior de una casa pide. De este modo, las fachadas se convierten en el reflejo de esta vida interior, en lugar de responder a criterios puramente compositivos.