Modificado el jueves, 31 marzo 2022
La intervención artística SAN JOAQUÍN, EL TEMPLO DEL AGUA, de la pintora extremeña Lourdes Murillo, está creada específicamente para el templo citado, y aúna varias disciplinas artísticas abarcando todo el espacio sin interferir en su arquitectura.
La iglesia de San Joaquín se construyó en torno al pozo que curaba la viruela a personas y animales y que abastecía de agua a Santa Cruz. Este mismo hecho terminaría con ella cuando los frailes agustinos cortaron el suministro produciendo una situación insostenible que llevó a su destrucción.
El agua construye y destruye el templo. La propuesta de Lourdes Murillo hunde, literalmente, sus raíces en la historia del lugar y utiliza los elementos comunes a los templos: palabra, luz, agua, fuego, oro y música sin adornos que la desdibujen. Es una instalación que evoca la historia con un lenguaje actual, abstracto, cargado de simbolismo y referencias, que deja abierta la posibilidad a múltiples lecturas sin imponer ninguna.
Esta intervención pone de relieve un municipio de una zona vaciada pero cargada de historia y da uso puntual a un edificio del abundante patrimonio que llena Extremadura y, en concreto, Cáceres. Asimismo, a través del arte contemporáneo, da a conocer espacios históricos alejados de los grandes centros artísticos.