Modificado el viernes, 18 enero 2019
Artículo publicado en el periódico Hoy el sábado 12/01/2019
«¿Qué aporta el árbol urbano a la ciudad?. El árbol urbano proporciona valores ambientales, valores estéticos y valores culturales.
El árbol aumenta la humedad ambiental, absorbe contaminantes y reverberación de los materiales de construcción que lo rodean, genera oxígeno, disminuye el ruido ambiental, aumenta la biodiversidad en el medio urbano, caracteriza la fisonomía de calles y plazas, etc.
La eliminación de esos árboles supondría al mismo tiempo la de estos valores, así como su aportación paisajista a un entorno anodino, pues su presencia concentra la imagen de la ciudad en esta zona, un espacio urbano de relación, consolidado y asumido, en el que la sombra, los contraluces, el claroscuro, el efecto óptico sobre la imagen dura de los edificios circundantes crea un lugar de identidad, de construcción social, de espacio para el bienestar que nos acerca al vecino.
Eliminarlos sería desnudar y desproteger esta zona de la ciudad, muy densa, desprovista de puntos de fuga y perspectiva verde. Estos árboles han sido la referencia (Hito) de la zona antes de la edificación masiva que la rodea y el diseño de la plaza gira en torno a ellos.
La imagen de la ciudad está formada por todos aquellos elementos que la hacen identificable, son los elementos referenciales que nos sitúan en el lugar. No cabe duda que la imagen que nos hace legible esta zona de la ciudad la componen estos árboles, no los edificios, ni siquiera la plaza, que podría ser otra, pero en la que el protagonismo siempre tendrá que ser el de la masa arbórea existente.
Los argumentos técnicos para su eliminación (desprendimiento de ramas, raíces invasoras etc.) son poco consistentes, y pueden ser achacables a todas las plantaciones urbanas, y no por ello hay que eliminarlas.
¿Se deberían suprimir los árboles que desprenden semillas peligrosas para el peatón en las aceras de las ciudades? ¿Hay que suprimir árboles de hoja caduca que pueden ocasionar alteraciones en el alcantarillado?
Lo que se necesita es seguimiento y mantenimiento. No se trata de defender sin más a todo árbol, a veces se desarrolla de manera descontrolada, se planta en lugares inadecuados (oculta patrimonio, oculta ciudad) pero cuando su localización, porte, valores ambientales y ciudadanos crea ciudad, hay que cuidarlo y mantenerlo.
Seamos positivos, el árbol es necesario para la ciudad, bien controlado y mantenido, porque contrasta construcción y naturaleza, y crea bajo su protección espacios de relación y recreo, formando imagen y referencia urbana. Los eucaliptos de la plaza Santa Marta son vertebradores de este espacio, su desaparición supondría la pérdida de la imagen recordada e identificatoria. En la declaración del Derecho del Árbol en la Ciudad (1995) se reconoce que el árbol contribuye al enraizamiento de la cultura del lugar y la mejora de las condiciones de habitabilidad en el medio urbano, factores ambos determinantes de la calidad de vida en la ciudad.
En estos momentos, se sabe de la tramitación para valorar la declaración como árbol singular de los seis eucaliptos de la plaza Santa Marta. Sean o no singulares, son necesarios.
Francisco Javier Carpio Villa. Vocal de COADE